Ferry de Metro Transit navega al atardecer frente a un puerto industrial, con cielo rojizo y grúas al fondo.
Una embarcación transita frente a un puerto industrial durante el atardecer. El ruido submarino de buques como este es uno de los focos de preocupación de la iniciativa “Océano Silencioso”, presentada en la Tercera Cumbre de los Océanos.

Cumbre de los Océanos: Los países que abordaron el tema de la contaminación acústica

En qué consistió el planteo de un conglomerado de naciones que fueron contra la contaminación acústica durante el evento climático. Las implicancias de este problema en las aguas marinas y los datos más relevantes presentados en la cumbre. 

La contaminación acústica es una cuenta pendiente en la agenda ambiental y en la Tercera Cumbre de los Océanos estuvo presente. 

En concreto una división conformada por un total de 37 países presentaron la problemática en el encuentro que se llevó a cabo la segunda semana de junio en Niza, Francia

Las dos naciones que lideraron la propuesta fueron Panamá y Canadá bajo la premisa de la necesidad de compromiso para controlar y revertir la contaminación acústica. 

Se expusieron los perjuicios de este tipo de polución y, al respecto, se mencionaron a las especies más afectadas. Resulta que gran cantidad de variedades tienen dificultades a causa de los estruendos para hacer sus funciones vitales. 

Una de las más perjudicadas son las ballenas, las cuales necesitan comunicarse entre sí ya que viven y sobreviven en comunidad. De tal modo, los sonidos estrepitosos de las embarcaciones comerciales no les permiten realizar esta acción. 

Preocupados por el impacto negativo de la contaminación acústica los estados involucrados se asociaron bajo el nombre “Océano Silencioso”. A la iniciativa se sumaron varios integrantes de la Unión Europea como Grecia, Francia y Portugal

Otro representante del viejo continente en esta colisión fue España, quien tuvo su presencia mediante Sara Aagesen, su ministra de Transición Ecológica

Océano Silencioso” es la primera agrupación de países convocados para hacer frente a la contaminación acústica en los océanos. Este proyecto cuenta con el apoyo de la organización Ocean Care, la cual lanzó un comunicado de compromiso compartido y adhesión a las consignas. 

Muchos referentes allí presentes no dudaron en sostener que la problemática de la contaminación acústica a menudo ha sido subestimada en los foros ambientalistas. Tal fue el caso de Juan Carlos Navarro, ministro de ambiente de Panamá, uno de los países convocantes. 

El otro de los representantes de la otra nación organizadora fue Stéphane Dion, embajador de Canadá en Francia y Mónaco. Llegado su momento el funcionario explicó que se trata de una invitación para que otros estados se sumen a la causa conservacionista en los mares.

Un dato central aportado por los miembros españoles de la comitiva es que antes que finalice junio se llevará a cabo un evento fundamental para esta temática. Se trata de la Convención para la Protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico del Nordeste, también conocida como OSPAR 2025.  

El encuentro tendrá lugar en la ciudad de Vigo y se espera que allí se apruebe el primer Plan Regional sobre el Ruido Submarino. De cumplirse este acuerdo se espera que sea la punta de lanza para un consenso total a nivel internacional que dé lugar para muchas más acciones mancomunadas y conjuntas. 

Acerca de la contaminación acústica en los océanos

La contaminación acústica en los océanos es causada por la actividad humana. Industrias como el transporte marítimo de todo tipo, la minería y el petróleo son responsables por este problema. 

Por cierto, en los últimos tiempos se puso en discusión si la generación de energías limpias mediante turbinas eólicas no es también una forma de alterar los ecosistemas. 

Acerca de la contaminación acústica en los océanos el Fondo Internacional para el Bienestar Animal, también conocido como IFAW, publicó información:

  • En el presente se calcula que hay más de 250 mil buques en alta mar
  • Cada embarcación tiene la capacidad de emitir proporciones de hasta 190 decibeles. Estos volúmenes son mayores a los que emite un avión durante su despegue o un concierto de rock
  • El agua es un rápido canal propagador de sonidos, mucho más que el aire, por lo cual los niveles aumentan rápidamente
  • Los niveles de volúmenes inapropiados alteran el biorritmo natural de gran cantidad especies, sobre todo los mamíferos. 

¿Podrá el proyecto de países “Océano Silencioso” ser realmente eficiente para detener la contaminación acústica en los océanos? Si bien la pregunta al momento no tiene respuesta certera, lo real es que es la primera vez que se formaliza la problemática en un proyecto serio con miras al futuro.