Por Qué la costumbre de recolectar caracoles pone en peligro la salud de las playas. Los nuevos paradigmas turísticos en relación al cuidado ambiental y las cifras que comprueban que tomar elementos naturales de las costas es nocivo para los ecosistemas.
¿Es verdad que tomar caracoles de las playas puede dañar seriamente a la naturaleza?
Los científicos se ocuparon de analizar los efectos de esta tradición que, con la información actual, se sabe que no es una buena práctica. Para poner en relieve la implicancia de este tipo de recolección, en apariencia inofensiva, los investigadores utilizaron cifras concretas:
- Las playas reciben 100 mil visitas al año que representan igual cantidad de potenciales extracciones de caracoles
- Las proporciones equivalen a 10 mil toneladas de restos orgánicos

Los cálculos expuestos dan cuenta de una alteración de los ecosistemas y así lo expusieron los investigadores de la Universidad de Barcelona en un estudio. Los resultados fueron difundidos a la prensa con un seguimiento desde el año 2014 hasta el presente.
¿En qué afecta la recolección de caracoles a la biodiversidad marina? ¿Cuáles son los principales efectos que arrastra este accionar de los turistas? ¿Hay otros sectores de las costas que se vean modificados por la presencia humana? ¿Qué medidas se están tomando para contrarrestar estos efectos?
Por qué es importante conservar los caracoles en las playas
Cada vez que la cantidad de turistas en las playas aumenta disminuyen los caracoles. Este fenómeno está comprobado como así también la afectación que genera en los ecosistemas.
Son estos agentes los que tienen la misión de sostener los suelos en la orilla. Esto significa que amortiguan la erosión de los suelos.
Ocurre que los caparazones tienen funciones insustituibles en el hábitat marino. Uno de sus principales roles es la de estabilizar físicamente las costas. Incluso las más diminutas contribuyen para que la arena se conserve en su sitio y no sea arrastrada por el oleaje.
Los caracoles que se encuentran en las playas también tienen una importante misión en el agua del mar. Una vez disueltos aportan carbonato cálcico y esto es esencial para la transformación del PH.
Si este proceso no sucediese entonces no podría reciclarse el calcio y otras sustancias marinas que se encuentran en los océanos. Este ciclo es vital para el surgimiento de nuevos agentes biológicos, incluso para los mismos caracoles.
Pero también cuando se encuentran apostados en los suelos de las playas tienen su importancia. Gracias a ellos encuentran refugio muchos otros organismos. En sus caparazones también se ubican algunos animales pequeños.
Los académicos recuerdan que no solo los agentes de mar son importantes de ser conservados. También la vegetación presente debe ser cuidada, libre de desechos y sin daños por parte de los humanos.
Toda esta información trascendental para el cambio de conductas que se necesitan para una verdadera transformación de conciencia.
La responsabilidad del turismo en las playas
Está comprobado que con el aumento de los turistas en las playas se reduce la cantidad de caracoles.
Estos agentes biológicos forman parte del circuito natural de los ecosistemas, por lo tanto, son necesarios para todo el hábitat.
De igual manera, con el aumento de las visitas es necesario reforzar la limpieza, la cual muchas veces se realiza con máquinas especiales. Estos dispositivos operan por pulverización en las superficies y, a su paso, extraen varios organismos marinos.
Para evitar la depredación de las playas en algunos países como, por ejemplo, España ya existe legislación específica. En este caso existe una normativa llamada Ley de Costas que menciona como extracción legal al acto de tomar arena, piedras, restos fósiles o caracoles.
La legislación en este país es contundente y establece sanciones que se inician en 500 y llegan hasta los 3 mil euros.
Los técnicos insisten en que es urgente modificar la cultura para que las comunidades respeten los elementos naturales en las playas. De esta manera, individual o colectivamente, se puede reducir la huella de carbono sin perder la posibilidad de disfrutar.
