En qué consiste el plan para dar seguimiento al camino migratorio que realizan las ballenas francas australes. Quienes llevan adelante esta iniciativa y cómo se implementa.
Las ballenas francas australes siempre son protagonistas y, en esta oportunidad, un equipo de especialistas pensó en buenas ideas para observarlas y acompañarlas.
Como es de público conocimiento todos los años estos cetáceos realizan largos viajes. El destino final es Península Valdés, en la provincia de Chubut. En esa zona se asientan durante meses para dar a luz a sus crías.
Finalizado el ciclo de reproducción emprenden nuevamente un recorrido hacia el sur de Brasil.
En los últimos años hubo grandes modificaciones en las conductas migratorias de las ballenas francas australes. Este fue el gran disparador que motivó a un grupo de expertos a buscar más información.
El equipo está conformado por científicos de Argentina, Brasil, Dinamarca Estados Unidos. Todos ellos trabajan juntos para monitorear a estos animales. Algunas de las principales instituciones que se sumaron son:
- Laboratorio de Mamíferos Marinos
- CONICET
- Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral
- Fundación Patagonia Natural
- Wildlife Health Center de UC Davis California
- WCS Argentina
- Instituto Aqualie
- Instituto de Conservación de Ballenas
La última y más importante innovación tiene que ver con un seguimiento por red satelital con el propósito de comprender cómo se trasladan las ballenas.
El fin último de estas operaciones es obtener información sobre su comportamiento para validar mejores medidas de protección. Entre las más fuertes amenazas que enfrentan están la pesca ilegal, el tráfico marino y la contaminación hidrocarburífera.

Las pruebas ya se están realizando desde el año 2024 en el Golfo Nuevo con la particularidad que las ballenas elegidas fueron bautizadas con nombres.
Son en total siete hembras a las cuales llaman con palabras tomadas de la tabla periódica: Kalium, Moscovium, Neptunium, Niquel, Sulfurium, Tantalus y Titanium.
Además, estas ballenas se mueven a través de las aguas del océano en compañía de sus crías.
Los equipamientos las siguen y el último informe tiene fecha del pasado martes 22 de julio momento en el cual se encontraban a la altura de Río Negro.
A todo el estudio que llevan adelante los científicos se suma el contexto del cambio climático. Es importante verificar si las variaciones de las temperaturas de las aguas afectan y cuanto los hábitos de las ballenas franca australes.
Todo esto ocurre en un momento en el cual las comunidades están más que sensibilizadas por la presencia de estos ejemplares en las costas argentinas. Los datos de este año fueron reveladores y los motivos más que significativos…
Las ballenas francas en su año récord
Este año la migración de ballenas francas australes es récord en Argentina según las cifras oficiales.
Así lo dio a conocer un relevamiento difundido por Mamíferos Marinos del CESIMAR-CONICET con números verdaderamente elocuentes.
El informe indica que 77 grupos de mamíferos arribaron a las costas argentinas. A esto se suma otro total de 381 ejemplares en solitario.
Según explicó la organización en esta temporada hay en aguas locales más de 2 mil ballenas entre las cuales más de 800 son hembras que llegan para reproducirse.
Los números de este año constituyen un verdadero récord, aún más que los resultados de los años 2023 y 2024. Es por eso que para esta primavera se presentan las más favorables condiciones para el clásico avistaje.
Por estos motivos las autoridades de la provincia de Chubut implementaron nuevas medidas en los programas de turismo. Entre las principales modificaciones se extendió la temporada de ballenas franca australes y se sumaron promociones y paquetes con beneficios.
En el país este animal está considerado como Monumento Natural y es por eso que existen políticas ambientales de protección desde hace muchos años. Estas decisiones, sostenidas a lo largo del tiempo, dio por resultado un ámbito de seguridad que las atrae para volver y permanecer.
Esta es la principal razón por la cual llegan cada vez más especímenes para transitar sus procesos biológicos cada vez en mayor contacto con los seres humanos. Una muestra más que las medidas de protección funcionan.
